Me llegó esta página (a través de facebook) de una maravillosa mujer que quiero mucho y que ha contribuido a que ame cada vez más la poesía, el Ser Mujer y la lectura…Gracias Nuria Beitia!
Hay muchas mujeres maravillosas en el mundo…comparto esto con ustedes… un beso
Arianna
El dolor es una de las fuentes de inspiración más potentes. Como escribe Simone Weil, filósofa en la cita con la que se inicia el poemario “Quien sufre trata de comunicar su sufrimiento -ya sea zahiriendo a otro, ya sea provocando su piedad- con el fin de disminuirlo, y a fe lo consigue”. Una mujer se enfrenta a la noticia de que un mal le está creciendo en el pecho, lo que inicia una batalla en la que no hay victoria segura. La poesía es un instrumento multiusos: una manera de desahogar el pánico y la tristeza, un culto al ansia de vivir, un diario de bitácora sobre la propia enfermedad y también un posible testamento. Viky Frías consigue poner los pelos de punta narrando su proceso, desde la gran angustia que le provoca el malaventurado diagnostico, hasta la acepción y coraje para tratar de vencerlo.
Mayo
henchido de dolor
En mayo
un río de amapolas
escapará de mi pecho
sin que lo pueda detener.
Lanzo un alegato a las que perdieron
ríos de amapolas
vaciadas,
las que en lugar de naranjas y limones
tienen cicatrices
¡Amazonas modernas
con el carcaj
y las fechas:
cabalguemos juntas
por los bosques umbríos
robles solidarios!
Las que fueron torturadas,
pinchadas
-como yo
(abril, mayo y un alegato)
Sin embargo, que la lectora no piense que se trata de un poemario dedicado en exclusiva a la pena. Por supuesto que hay tristeza, durante un cáncer tiene que haberla. Pero la tristeza no significa siempre desconsuelo, sino una inminente evolución en algunos casos. La autora nos permite entrar en su existencia durante aquellos meses, y comprobamos la transformación del luto con sus diferentes fases y un sinfín de emociones palpitantes. La desconfianza hacía los cirujanos y sus estériles salas de espera, la tensa convivencia con el tumor, el sentido del humor que crece tras la masectomia y el gran placer de vivir para contarlo. Con versos emocionantes y directos, Primavera feraz nació producto de un cáncer, y finalmente es medicina para aquellas que lo viven, desde dentro o desde muy cerca.
Miedo ¿para qué?
la muerte no le teme al miedo.
La palabra en sí es un escudo
que vence a la muerte.
La palabra escrita
sobrevive al miedo
Viky Frías. Por hacer un resumen convencional, diremos que nació en Jaén, estudió Física y es profesora de matemáticas en Madrid. Viky también es poeta, ha superado un cáncer de mamá y declara que “El miedo se ha convertido en confianza. El temor a la muerte no ha desaparecido, sigue vivo en mí como en cualquier mortal”.
Fuente: https://mujeresresenando.wordpress.com
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