NO JUZGAR

images (2)La atención plena se cultiva asumiendo la postura de testigos imparciales de nuestra propia experiencia. El hacerlo requiere que tomemos conciencia del constante flujo de de juicios y de reacciones a experiencias tanto internas como externas en las que, por lo general, nos vemos atrapados y aprendamos a salir de ellos. Cuando empezamos a practicar el prestar atención a la actividad de nuestra propia mente, es corriente que descubramos y nos sorprenda el hecho de que constantemente generamos juicios sobre nuestra experiencia.

La mente categoriza y etiqueta casi todo lo que vemos. Reaccionamos a todo lo que experimentamos en términos de qué valor tiene para nosotros. Algunas cosas, personas y acontecimientos son juzgados como buenos porque, por alguna razón, hacen que nos sintamos bien. Otros son condenados con la misma celeridad, porque no creemos que tengan demasiada importancia. Las cosas, personas y sucesos neutros son casi desintonizados por completo de nuestra conciencia. Por regla general,no les concedemos demasiada atención por considerarlos aburridos.

Esta costumbre de categorizar y juzgar nuestra experiencia nos limita a reacciones automáticas de las que ni siquiera nos damos cuenta y que, a menudo, carecen totalmente de base objetiva.

Estos juicios tienen tendencia a dominar nuestras mentes y nos hacen difícil, encontrar paz en nuestro interior. Es como si la mente fuese un yo-yo y subiese y bajase todo el día por el bramante de nuestras propias ideas enjuiciadoras. Si tenemos alguna duda respecto a esta descripción de nuestra mente, no tenemos más que observar lo que nos preocupa gustar o no gustar, durante, pongamos por ejemplo, un periodo de diez minutos mientras trabajamos.

Si hemos de hallar una forma más eficaz de manejar el estrés de nuestras vidas, lo primero que necesitaremos es tomar conciencia de esos juicios automáticos, para ver a través de nuestros prejuicios y temores y liberarnos de su tiranía.

Al practicar la atención plena, es importante reconocer,cuando haga su aparición, esta cualidad mental “enjuiciadora”, así como asumir intencionadamente la postura de testigo imparcial, recordándonos a nosotros mismos que lo único que tenemos que hacer es observar. Cuando nos encontremos con que la mente enjuicia, no debemos hacer que deje de hacerlo. Todo lo que necesitamos es darnos cuenta de que sucede. No hay ninguna necesidad de juzgar los juicios y de complicarnos todavía más las cosas.

Como ejemplo, imaginemos que nos encontramos vigilando nuestra respiración. En un determinado momento, podemos darnos cuenta de que la mente dice cosas como las siguientes: “Esto es un aburrimiento”, o “esto no funciona”, o “esto no es para mi”.

Se trata de juicios. Cuando acudan a nuestra mente, es de suma importancia que los reconozcamos como pensamientos enjuiciadores y que recordemos que la práctica conlleva la suspensión de juicios y la sola observación de cualquier cosa que pase – lo que incluye nuestros propios pensamientos enjuiciadores- sin seguirla ni actuar sobre ella de manera alguna. Después podemos seguir con la observación de nuestra respiración.

¿Te imaginas como podría ser dejar a un lado todos los juicios, y permitir que cada momento sea como es, sin intentar evaluarlo como bueno o malo?. Esto sería una auténtica calma y liberación.

Meditar significa cultivar una actitud libre de juicios hacia lo que emerge en la mente, sea lo que sea y es lo que trabajamos en los cursos.

Nuestros pensamientos tiñen y determinan toda nuestra experiencia, con más frecuencia que menos, tienden a ser muy poco precisos.

El mero hecho de familiarizarnos con este patrón tan profundamente arraigado y observarlo mientras ocurre puede conducir a desarrollar receptividad y aceptación mayores y libres de juicios.

No juzgar no significa, por supuesto, que dejemos de saber como actuar o comportarnos en sociedad o que todo lo que hagan los demás está bien. Simplemente significa que, si sabemos que estamos inmersos en una corriente inconsciente de preferencias que nos aísla del mundo y de la pureza básica de nuestro propio ser, podemos actuar con mucha más claridad en nuestra vida y estar más equilibrados, ser más eficaces y regirnos por una conducta ética en nuestras actividades.

CONTINUARÁ…

FUENTE:

http://mindfulnessconpasion.com/