14 abril
Me sumerjo en el miedo que contiene mi cuerpo. Hoy decido no resistirme, no forcejear con los fantasmas.
Es una lucha perdida que me lleva a la extenuación, que me deja magullada. En cambio quiero RENDIRME al dolor, entrenar el arte de la apnea interior, en estas aguas agitadas y aun así transparentes. Veo la herida, la puedo tocar. Hoy nado hasta el fondo, en esta inmensidad oceánica infinita, y me entrego al movimiento. Me dejo guiar por la marea, me dejo romper, desencajar , retorcer…dejo salir la espuma de la revoltura por mis ojos. Está bien de resistirse…
Y finalmente me dejo re-emerger lentamente y flotar en la superficie, permitiéndome ser sostenida dulcemente por la Madre Liquida meciéndome sin juicio, sin esfuerzo, permitiédome sentirme ingrávida y pacíficamente vacía.
Arianna